Joan Roma

A FAVOR DE MODIFICAR SISTEMA CONCEJOS ABIERTOS. En la primera ley electoral municipal que debía regir las elecciones municipales de abril de 1979, los legisladores previeron un régimen especial para los municipios más pequeños del país: los que van de 1 a 100 habitantes. Para todos ellos establecieron la elección de un candidato que sería el presidente del Concejo Abierto. Y el Concejo sería la asamblea de todos los vecinos, mayores de edad, los cuales tendrían voz y voto en las sesiones municipales. Durante 40 años, este régimen ha sido el existente en estos pequeños municipios. Para bien o para mal, el funcionamiento ha dependido, en buena parte, de la personalidad del presidente, puesto que sus funciones equivalen a las de un alcalde. O sea, muy relevantes. Si traigo el tema a estas páginas de El Obrero digital, es para señalar la importancia de proceder a modificaciones que mejorarían el funcionamiento y permitirían un mayor grado de democracia. En primer lugar, el tema es importante. A nivel territorial y social, puesto que hablamos de 1.379 municipios. Recuerdo que España tiene 8.131 municipios. Tener 1.379, con menos de 100 habitantes, los convierte en un tema de primer nivel. Y, ¿por qué trato este tema, en este momento? Pues, por la necesidad de modificar el sistema y abrirlo a mayores cotas de democracia interna. En la última modificación de la Ley electoral municipal, se acordó que en estos Concejos Abiertos, se decidiera si querían continuar con el mismo régimen, o acordaban cambiarlo por uno de listas abiertas. Los que decidieron el cambio, el 28 de mayo, elegirán a 3 concejales, de entre todos los que se presenten, de forma individual o colectiva, como independientes o en listas de partido. Cada votante, podrá dar su voto a uno o a dos, como máximo. Puesto que hay que elegir a 3, es fácil pueda entrar un tercer concejal, por otra candidatura, con lo cual el ayuntamiento será regido por 3 concejales, uno de les cuales, será Alcalde, previa votación entre los elegidos. La ley les permite funcionar como Consistorio, de la misma forma que para los municipios de 101 a 250 habitantes que eligen a 5, pero los votantes solo pueden dar un máximo de 4 votos. O pueden decidir funcionar como Consistorio, y, además, convocar a todos los mayores de 18 años a que formen parte de un Concejo, que sirva como asamblea consultiva. A nivel personal, considero ésta sería la mejor solución. Que todos los Concejos Abiertos, pasen al régimen general, para elegir a 3 miembros. Una vez elegidos, serán ellos los que voten a uno para alcalde, y acto seguido propongan constituir un Concejo consultivo que operará en los plenos municipales. Así se ganaría operatividad y al mismo tiempo se mejoraría la representación democrática de los vecinos. El actual sistema de elección de Concejo, permite persistir en el caciquismo cuando los presidentes dominan la composición. Hay que pensar que con dos o tres familias se puede dominar un Concejo, y difícilmente se manifestarán a favor del sistema abierto. Si esto es así, el sistema se perpetúa hasta el infinito. No podemos aceptar esta situación. Lo lógico es abrir todas las instituciones a la participación y a la gestión. Considero un error mantener el actual redactado de la ley y abogo por modificarla en el sentido de que el sistema sea único e igual para toda España. Para las elecciones de 2027, hay tiempo suficiente para modificar este aspecto de la ley. Facilitaría la apertura democrática, en 1.379 municipios, manteniendo la idiosincrasia y participación de todos los vecinos, en los asuntos públicos.