Sunday, July 30, 2017
VISION DE PUEBLO- art. Diari de Terrassa
VISIÓN DE PUEBLO.
He pedido tener un espacio
habitual, en Diari de Terrassa, para hacer llegar la opinión y las
preocupaciones de los ciudadanos que viven ( vivimos) en lo que llamamos la
Cataluña rural. Y lo hago en Diari de Terrassa por mi larga vinculación con la
ciudad, a través de sus alcaldes, Manel Royes y Pere Navarro, con los que me
une una fuerte amistad, y por constantes visitas a una ciudad que ha llevado a
cabo una de les mayores transformaciones en todos sus ámbitos y sectores,
convirtiéndose en un modelo , para otras muchas de Cataluña y España.
Lo hago también, por la falta de
visión “rural”, de la mayoría de medios de comunicación del país, centrados en
todo lo que pasa en sus ciudades, pero no en el inmenso territorio del interior
de Cataluña. Lo haré con espíritu crítico, muy crítico respecto las políticas
de nuestro govern, y del gobierno central, no en vano estamos en uno de les
períodos más preocupantes de nuestra historia.
Llevo treinta y ocho años en
cargos municipales, doce de concejal de gobierno, por pacto con la otra
candidatura ganadora, y veintiséis de alcalde. Así pues, puedo dar una imagen
de las preocupaciones de un mundo “rural” que conozco muy bien, y al mismo
tiempo una visión más general, fruto de mi paso por el Parlament de Cataluña (
durante cuatro legislaturas) y por otros cargos institucionales y de partido.
Pues bien, el primer gran
problema, cercano al drama, para el futuro del país, es constatar el
despoblamiento general de todo el interior del país. La falta de políticas de
reequilibrio y descentralización conlleva la marcha de generaciones enteras,
hacia los centros urbanos. Tenemos un país con una cabeza inmensa, formada por
Barcelona y toda su área de influencia, Terrassa incluida, unos brazos
alargados en la zona costera, hacia el norte y el sur, y un inmenso territorio
despoblado y en vías de convertirse en un desierto humano. No exagero.
Cataluña tiene 947 municipios, de
los cuales 482 tienen menos de 1.000 habitantes. Este es un límite esencial
para mantener determinados servicios, pero la crisis y la falta de políticas de
reequilibrio , están produciendo efectos catastróficos en
la existencia de servicios realmente básicos y esenciales. En menos de dos
años, la totalidad han perdido la única oficina bancaria existente, de forma
que tienen que ir a la capital para tramitar cualquier tema financiero. Y en
muchos de ellos ni tan sólo han dejado un cajero automático para poder disponer
de dinero en efectivo. El desencadenante fue la crisis de las Cajas de Ahorro,
las cuales, se pusieron de acuerdo para cerrarlo todo, antes de pasar a manos
bancarias. El govern nada hizo para salvar un servicio realmente esencial, en
pueblos donde hay mayoría de persones mayores con dificultades para operar en
medios electrónicos o para desplazarse a la capital.
Y ahora mismo hay docenas de
escuelas de primaria, abocadas al cierre por falta de alumnos. Después de mucho
insistir, hemos conseguido, pagando nosotros, que la Generalitat permita abrir
ciclos infantiles en las escuelas. Una vía esencial para garantizar la
continuidad de las escuelas a través de acoger usuarios de 1 a 3 años. Pero repito,
pagando los ayuntamientos sin ninguna ayuda de la Generalitat.
Así vivimos y así estamos de
abandonados, como iremos viendo en próximos capítulos de nuestra colaboración.
A muchos les parecerá poco preocupante la desertización humana de la mayor
parte del país, pero sin población , el “rerepaís” queda desprotegido y
descuidado, precisamente cuando representa la vía de escape y relajación de
centenares de miles de ciudadanos de las ciudades. En Cataluña se ha hablado
mucho de descentralización y reequilibrio, pero se ha hecho muy poco. Y doy un
dato para terminar. Hay cerca de 600 municipios que están perdiendo población ,
a día de hoy. Si no se para este flujo, el desequilibrio, será permanente e
irreversible. En próximos episodios veremos causas y alternativas.
Joan Roma i Cunill, Alcalde de
Borredà (Berguedà)