Monday, November 17, 2025

 

ESTUPEFACTO , ES POCO - art. El Obrero digital

ESTUPEFACTO, ES POCO. He seguido, con especial interés, el juicio al Fiscal General del Estado, García Ortiz y debo confesar que ha superado todas las expectativas imaginadas. ¿Cómo es posible haber llegado a juicio sin ninguna prueba concluyente? ¿Cómo es posible aceptar una investigación con acciones y actuaciones, nunca vistas ni imaginadas, en un cargo de este nivel? ¿A quién se le ocurre enviar a agentes de la UCO al despacho del Fiscal General, para que buscasen, revolvieran y manipularan todo tipo de materiales, archivos y elementos electrónicos? Impensable, en cualquier otro país de nuestro entorno. Pero, es que de lo visto y escuchado no se desprende ninguna prueba clara, razonable, contundente contra el enjuiciado. He quedado más que estupefacto ante tamaño disparate que nos lleva a preguntarnos hasta dónde algunos pretenden llevar la guerra contra el presidente del gobierno, porque de esto va esta historia. Alguien pretendía cobrarse un trofeo de primer nivel, para, acto seguido pedir otra superior. En fin, terminado el juicio, todo el país estará pendiente de la redacción de una sentencia que puede depararnos todavía alguna sorpresa si continúa el espectáculo de retorcer argumentos, colegir actuaciones e imaginar movimientos imaginarios. En este proceso sale muy mal parada la Justicia, en mayúsculas, también la UCO, y algunos elementos de Fiscalía y Magistratura, capaces de moverse por “intuiciones” o “deducciones” que pensábamos eran propias de otros ámbitos. Con toda la distancia que supone este proceso, respecto a mis problemas con la justicia, no dejo de pensar en el mal uso que algunos hacen, para conseguir objetivos concretos. En el caso del Fiscal General, era, de entrada conseguir su renuncia. Con ella, el primer éxito se hubiera conseguido. Celebro no lo haya hecho, porque suponía un nefasto antecedente, para futuras maniobras similares. En mi caso concreto, también fui llevado una docena de veces ante los tribunales, por denuncias de Convergencia, unas veces, otras por un enfermo mental, manipulado debidamente por personas interesadas en conseguir, en los tribunales, lo que no conseguían en las urnas. Y no siempre es fácil demostrar la inocencia cuando se acusa de temas con total falta de documentación. A veces, las denuncias pueden ser sorprendentes, por imaginativas y surrealistas. Me permito exponer a los amables lectores, como mi primera comparecencia ante la justicia fue, por una acusación de haber producido daños, en el vehículo del denunciante, aprovechando que estaba aparcado en la plaza del pueblo. Para ello, aportaba una foto de la entrada del ayuntamiento, con un fondo totalmente oscuro, donde supuestamente salía yo con un punzón, dispuesto a cometer semejante acción delictiva. Como él había supuesto que haría tal cosa, se había colocado en posición adecuada para obtener la foto en cuestión. ¿Realidad o ficción? Pura y dura realidad, de una persona que a lo largo de unos diez años presentó unas quinientas (500) quejas y/o denuncias contra mi persona, en tanto que alcalde o contra el ayuntamiento, en general. Pues bien, al primer juicio, le siguieron otros diez, todos con resultado de absolución, pero si se hubiera seguido el principio de quien sea imputado, renuncie a su cargo, el denunciante, individual, o los que estaban detrás del partido político, habrían conseguido sus objetivos: sacarme de la alcaldía. Romper la decisión del pueblo que me dio su confianza, a lo largo de siete mandatos consecutivos. Perdonen esta exposición personal, pero me aproxima a la persona del Fiscal General por lo que debe haber pasado, durante tantos meses, y lo que le queda todavía, hasta tener la resolución final. Me siento conmovido por la seriedad de la persona y de la extrema fidelidad a su cargo. Encuentro indignante las acusaciones y las formas en que ha sido investigado, así como los graves errores ( o no lo eran???) de entrar en su despacho y manipular datos, de extrema confidencialidad. Increíble lo que hemos visto y oído. Espero no tener que repetir determinados adjetivos, cuando tengamos sentencia. No puedo imaginar otra que no sea la de absolución completa. A partir de aquí, espero se produzcan renuncias en el ámbito de la instrucción y la investigación. De ellos, hablaremos en el momento oportuno.





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