Monday, April 14, 2025
SIN PRESUPUESTOS - art. El Obrero digital
SIN PRESUPUESTOS.
En mis cuarenta años de gobierno municipal, siempre conseguí presentar, debatir y aprobar presupuestos. Las mayorías absolutas permiten esta normalidad, pero desde la oposición en otras instituciones, nunca usé los presupuestos para evitar su aprobación. Si acaso exigir contraprestaciones e inclusiones de partidas, pero no entorpecer su aprobación y es que es un elemento básico para garantizar la administración y gestión de los servicios esenciales, para los ciudadanos.
¿Por qué ahora se han convertido en el elemento básico de oposición? Por incapacidad de proponer alternativas y hacerlos servir para la propia promoción. Se prefiere la destrucción por destrucción, sin pensar en los ciudadanos. Solo, en estrategias internas de partido, imaginando que la paralización de muchas actuaciones, les permitirá culpar al gobierno de falta de actuación. Pobre estrategia.
Es en la plena actividad que un gobierno demuestra o fracasa en su acción de gobierno, por lo cual mejor disponer de presupuestos que carecer de ellos. Espero que algún día estas estrategias pasen a mejor vida, y recuperemos los viejos conceptos de gobierno - oposición, porque el daño que produce el no permitir actuar sobre los temas, en el momento preciso, produce retrasos o repercusiones, muchas veces irreversibles.
Ahora mismo, si en un sector hay que actuar con decisión y amplitud de medidas, es en la rehabilitación y construcción de viviendas. No es lo mismo hacerlo con todo el poder que dan los presupuestos que hacerlo en base a pequeñas partidas, obtenidas de inversiones no realizadas en otros sectores. Es una inmensa insensatez no facilitar la presentación, debate y aprobación de las cuentas públicas, sea cual sea la administración, pero cuanta más alta sea, peor para todos.
A nivel catalán, estamos sin presupuestos 2025, en el Ayuntamiento de Barcelona, en la Generalitat y, como todos los españoles, sin presupuestos generales del Estado. Es difícil calcular los daños, pero puedo asegurar que son muy cuantiosos. Cuando repaso mi trayectoria y la de las instituciones en las que he colaborado, puedo asegurar que de no haber dispuesto de presupuestos, los resultados habrían sido increíblemente menos positivos. Había incontables oportunidades que pudimos aprovechar gracias a disponer de partida para llevarlas a cabo. Sin ellos, las habríamos dejado pasar, y hablo de comprar terrenos para la zona deportiva, o para construir una nueva escuela, o para comprar algún edificio histórico, etc.
Pues bien, veo ahora los inmensos esfuerzos del Gobierno Illa, para gestionar múltiples servicios básicos, y tiene que trampear numerosas dificultades, pactando ampliaciones de crédito a cuenta gotas, simplemente porque ni ERC ni Junts se atreven a dar el paso de actuar con sentido de país, aquí, o de Estado, en Madrid. Se prefiere no dar oxígeno al gobierno de turno por miedo a que vaya tan lejos que les deje sin argumentos a la hora de presentarse a las elecciones. Creen que ahogando o manteniendo la precariedad económica de los gobiernos, podrán criticarlos y señalarlos como culpables de todas las dificultades o problemas pendientes de solución.
Realmente hay que ser muy poco político para defender estas posiciones. En vez de proponer y pactar prioridades propias, a cambio de los votos, prefieren impedirlos todos. Solo un mínimo de oxígeno para evitar grandes éxitos. Es la política de la miseria política, que demuestra incapacidad para presentarse como garantía de estabilidad y responsabilidad. Algún día terminará esta forma de actuar, pero de momento es lo que hay. Y si esto pasa en Cataluña, lo mismo vemos a nivel estatal con un PP que no despega ni demuestra en ningún momento y lugar, ser alternativa ni tener sentido de Estado. No a todo, y culpas a Pedro Sánchez, repetidas hasta la saciedad, imaginando que así ganan adeptos. En fin, la política en negativo, es la peor forma de actuar, y lo comprobarán en las próximas elecciones, sean las que sean.