Tuesday, February 04, 2025
¡ QUÉ NIVEL ! - art. El Obrero digital
¡QUÉ NIVEL!
Mirando atrás, recuerdo con nostalgia, los esfuerzos para ir a buscar a los mejores, más preparados y formados, para conformar las candidaturas a elecciones municipales, pero también a las del Parlament y finalmente al Congreso y Senado. Se pretendía disponer de los “mejores” para conseguir los mejores resultados. Valga la redundancia.
Debo decir que los primeros años de la democracia recuperada, fueron intensos y muy gratificantes porque todo estaba por hacer y todo era posible. O casi todo. Improvisábamos, innovábamos y conseguíamos desencallar temas que llevaban años en la lista de espera de las necesidades más elementales.
Pues bien, después de años e incluso décadas, llegamos a nuestros días y vemos como aquel afán por conseguir a los mejores, ha dado paso a llevar a muchos organismos, instituciones y administraciones, a personas mediocres o muy mediocres, más interesadas en lucir un cargo, con sus prebendas, que no resolver los grandes temas del momento. No quiero generalizar porque hay honrosas excepciones, en partidos y movimientos que todavía conservan el espíritu de servicio público y de lucha en defensa de los más desfavorecidos. Lo vemos en multitud de ayuntamientos, como también en parlamentos autonómicos y en las Cortes Generales. Pero, el porcentaje de mediocridad ha crecido enormemente, en los últimos años.
Y es aquí donde quería llegar para exponer el desánimo de muchísimas personas a la vista de las imágenes, debates y acuerdos en parlamentos regionales, o en las Cortes Generales. Precisamente, estas últimas semanas han sido ricas en despropósitos, contradicciones, alteraciones de compromisos y finalmente de ridículos inmensos. Y en esta lista, el PP ocupa el primer lugar, de forma destacada. Es difícil hacerlo peor, y tantas veces seguidas, en espacio temporal y en lugares tan emblemáticos como el Congreso y el Senado. No comprendo como un partido, con tanta representación, puede tener tan poco acierto en sus posiciones y resoluciones.
Francamente, el desembarco de Núñez Feijóo me pareció un acierto, porque nos lo habían vendido como un presidente regional preparado, formado y eficiente. Pues bien, ahora vemos que todo era propaganda, imagen de portada, sin consistencia interna. Sus constantes dudas, sus erráticos movimientos y su falta de liderazgo no se entienden si no es por falta de formación y preparación, para un cargo de primer nivel.
Pero, es que además, se ha rodeado de una corte de cargos que yo no querría para concejales de ayuntamiento. Es increíble escucharlos, dando explicaciones sobre posicionamientos del partido ante determinadas leyes, decretos o mociones. Es que en muchos casos no se han leído el texto íntegramente y simplemente repiten lo que algún asesor aficionado les ha preparado. La semana pasada, pudimos ver varias apariciones públicas, en que unos contradecían a otros, en cuestión de minutos.
Y, esta falta de preparación afecta a toda la primera línea del partido. No es comprensible como no han relevado a media docena de portavoces sectoriales, ante la falta de capacidad para ejercer sus cargos. En fin, allá ellos pero con estos mimbres es imposible hacer una cesta. Si no se dan cuenta, los ciudadanos se lo recordarán en las próximas elecciones que tengan lugar.
Y si en el PP, ésta es la tónica. Tenemos en Junts, otras muestras de liderazgos o representaciones institucionales, muy poco profesionales. Aquí, manda Puigdemont, aunque haya perdido buena parte de sintonía con la realidad. Rodeado de servidores, cree ser un gran estratega, y sus decisiones ya no las comprende nadie. Ha encargado a Miriam Nogueras la representación en el Congreso, y a Albert Batet en el Parlament de Cataluña.
Miriam Nogueras se ha creído su papel de “lideresa indiscutible”, capaz de codearse con los Ministros e incluso el Presidente y sus intervenciones crean cátedra, entre los suyos. Nadie más entiende ni capta sus mensajes, llenos de contundencia verbal y gestual, segura de que todos la escuchan por la autoridad que desprende. Desde su púlpito no se da cuenta que, en muchas ocasiones, acaba haciendo el ridículo más espantoso. Sobreactuar, es muy complicado, y solo está en manos de unos pocos, y en muy determinados momentos.
Y siempre hay quien quiere copiar a los demás. Este, es el caso del portavoz de Junts en el Parlament. Actúa miméticamente como Miriam Nogueras, creyéndose un gran orador que puede hacer uso de la ironía más fina, que al final se convierte en un galimatías que solo él y los suyos entienden. Habrá que esperar a próximas elecciones para que se den cuenta de los errores cometidos y sobre todo de haber perdido un mínimo de credibilidad como para ser útiles al conjunto de los catalanes y españoles.