Tuesday, July 16, 2024

 

LOS ALTAVOCES DEL "PROCÈS" - art. El Obrero digital

LOS ALTAVOCES DEL “PROCÈS”. Para una inmensa mayoría de españoles, les debe parecer una rareza, haber visto manifestaciones, concentraciones, movilizaciones durante años, a las que acudían miles o decenas de miles de personas. ¿Cómo conseguían los independentistas movilizar a tanta gente, bajo promesas, basadas en mentiras y falsedades? En la vida de los pueblos, hay momentos de rabia e incertidumbre que debidamente canalizados pueden conseguir objetivos sorprendentes. Es lo que sucedió en Cataluña, entre 2011 y 2020. Fueron diez años, sometidos a un régimen de populismo, de la peor especie. Un grupo de políticos y agitadores, se constituyeron en el “estado mayor del proceso”, para impulsar y dirigir todos los movimientos. Pero, poco habrían conseguido, si no hubieran tenido potentes altavoces, dispuestos y preparados para impartir doctrina, en todas las casas, bares y restaurantes del país. Hasta ahora, ha sido costumbre, tener puesto el televisor ,en algún programa de TV3. Esto, en bares, restaurantes, consultas médicas, despachos, etc. Y, en los domicilios de los más aguerridos defensores del “procès”, es la cadena única. Para entender la influencia de TV3, hay que saber que es el más potente de todos los canales autonómicos. Con aportaciones del Gobierno catalán que muchos años superan los 350 millones. Donde trabajan, en condiciones espectaculares y salarios de lujo, 2.100 trabajadores. Son puestos de privilegio, a cambio de obediencia ciega y sumisión perpetua. Todas las cifras superan a cualquier otra empresa de comunicación / información. De hecho, su principal función desde tiempos de Jordi Pujol, ha sido la propaganda. Otro día daré datos sobre la organización interna. Pues bien, con este potente medio de comunicación y sus colaterales: Cataluña radio, Canal 33, a los que añadieron una decena más de medios digitales y otros en otros formatos, constituyeron un potentísimo instrumento al servicio del “procès”. Con un inmenso presupuesto público, un estado mayor, debidamente pagado e informado, y una veintena de medios subvencionados, pusieron todo el país en un estado permanente de presión, tensión y movilización. La propaganda iba en dos direcciones. Una, en contra de España y todo lo español, emitiendo informaciones sesgadas, modificadas o directamente falseadas para crear un estado de ánimo de animadversión general; y por el contrario, exaltación y sublimación de todo lo catalán como ejemplo de excelencia, modernidad y deseos de libertad. Cualquier actuación de las fuerzas de seguridad, suponía un acto de prepotencia o directamente de represión. Había que vender la idea de un país subyugado por una pérfida potencia, llamada España. Nadie se extrañe de los frutos de un adoctrinamiento tan potente, constante e insistente como el que tuvimos, durante diez largos años. Y no solo a través de estos medios de comunicación, también de entidades como Ómnium, supuestamente culturales pero que ejercían de partidos políticos, debidamente subvencionados. Nació la ANC (Asamblea Nacional de Catalunya) para actuar con la anterior i aparentar movimientos civiles, aparte de los partidos como tal. El daño producido por estos altavoces del “procès” ha sido inmenso. De hecho el “procès” no habría tenido la amplitud ni la duración que tuvo sin estos altavoces. De aquí la indignación por el mal uso del dinero público, pero también la falta de castigo contra los principales directivos de estos medios. En el momento de la aplicación del artículo 155 de la Constitución se debatió la posibilidad de suspender las emisiones de TV3, o por lo menos, modificar sus contenidos. Al final, se optó por no tocarla para evitar críticas, en momentos tan delicados. Personalmente creo que era un buen momento para sustituir a la dirección y poner un buen profesional al frente, para garantizar información y programación fidedigna. Sus malas influencias, han llegado hasta nuestros días. Cierto es que en los dos últimos años ha modificado posiciones y se ha ido normalizando, pero todavía queda un programa, típico del “procès”, en el canal Más 324, dirigido por Xavier Grasset. En él aparecen, con frecuencia, los protagonistas del “procès” echando las culpas de todo lo sucedido a la “represión española”. Por suerte, tiene los días contados, y próximamente destinarán a este propagandista a entretener al público de la tarde. Con él desaparecerá uno de los programas, típico de la época del “procès”. Es una nueva muestra de que los tiempos han cambiado y que Cataluña se acerca a la normalidad. Para consolidarla falta otro elemento esencial, la elección de Salvador Illa como presidente de la Generalitat. Esperemos sea realidad en las próximas semanas.





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