Tuesday, June 21, 2022

 

ESTRUCTURAS ENVEJECIDAS - art. El Obrero digital

ESTRUCTURAS ENVEJECIDAS. Si la primera vez que se crea una estructura no hay una visión muy innovadora, se corre el riesgo de que envejezca en un corto espacio de tiempo. Cuando hablo de estructuras me refiero a la distribución de competencias y organigramas para hacer funcionar, con la máxima eficacia posible, un determinado organismo o institución. ¿Por qué el Gobierno de España, tiene 23 Ministerios? ¿Son muchos, son pocos? ¿Por qué la Generalitat de Cataluña tiene 14 Conselleries / Departamentos? ¿Por qué los Ayuntamientos tienen 1, 3 , 5 , 7 , 9 , 11, 13…Concejalías? ¿Son muchas, son pocas? Si empezamos por el primer nivel de administración, el más próximo a la ciudadanía, vemos una composición municipal, derivada de la aplicación de la Ley d’Hondt, a los resultados. Garantiza una proporcionalidad, corregida, entre los resultados y su representación. Después de 43 años de funcionamiento, se han comprobado las virtudes y defectos del sistema. Sería bueno algún retoque para estabilizar gobiernos municipales, sin romper una cierta proporcionalidad. Muchos se inclinan por reforzar mayorías, de forma que quien gane, tenga la mitad más uno de los concejales. Esto permitiría una estabilidad que ahora no se da. No es justo que un solo concejal pueda modificar mayorías, rompiendo la voluntad popular. Otros se inclinan por el modelo francés de elecciones a dos vueltas, eliminando en la primera a todas las formaciones menores, y agrupando el resto, de forma que en la segunda las mayorías quedan claramente reforzadas. Ello evita mociones de censura, a lo largo y ancho del país, con todo lo que conlleva de crispación y malas prácticas. Lo que queda claro es que hay que modificar el sistema actual para conseguir mayor estabilidad y no dar a las minorías una fuerza que no les corresponde. En cuanto al número de concejales, francamente lo encuentro adecuado. Son suficientes para gestionar las competencias municipales, los que están en el gobierno, o ejercer la oposición, los que pierden los comicios. Si vamos a las CCAA, la composición de sus Parlamentos, podría reajustarse a números menos estridentes, en algunos casos. En tiempos de la República, el Parlamento catalán tenía 85 miembros. Ahora, tiene 135. Sí, es cierto que la población se ha multiplicado por tres, pero los nuevos sistemas de comunicación, permiten una relación mucho más rápida y eficiente que la de aquellos tiempos. Una reducción de escaños sería vista con buenos ojos, en el marco de una remodelación general de la administración. Aquí es donde también se podría cuestionar la existencia de 14 Departamentos, con todo el aparato político – administrativo que conllevan. Sinceramente hay que recortar estructuras, equipos y plantillas. No es de recibo los elevados porcentajes del presupuesto, dedicados al capítulo 1, el de personal. Y las nuevas tecnologías deben permitir agilizar trámites, y reducir estructuras. Lo que decimos para las CCAA, se podría aplicar al Gobierno central. ¿Realmente hacen falta 23 Ministerios? En absoluto. Y más cuando múltiples competencias se han traspasado a las CCAA. Entonces, ¿por qué se mantiene esta estructura? Simplemente por inercia. Por no entrar en un tema de gran complejidad que precisa tiempo y decisión. Como siempre, se deja para otro momento. Y así pasan los días, y los años. Lo cierto es que ya es urgente la recomposición de las administraciones para hacerlas, más próximas, más eficientes y mucho más austeras. Debería ser objetivo de la próxima legislatura.





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