Tuesday, December 28, 2021

 

OTRO CONFLICTO EN EL FRENTE CATALÁN - art. El Obrero digital

OTRO CONFLICTO EN EL FRENTE CATALÁN. El independentismo tiene que buscar combustible para continuar la lucha, contra todo lo que suponga ley y orden. No puede consentir la desmovilización porque en ello le va su supervivencia. Así pues, sea por sentencias judiciales, sea por conflictos individuales o colectivos, sale a mostrar su descontento. Y sale sin manías. Da igual sea por una cuestión de lengua, de bandera o de JJOO. Hay que protestar y punto. Ahora, el conflicto viene por la inmersión lingüística. Un término que se acuñó 40 años atrás para evitar una segregación por razón de lengua. Fue una buena decisión. Hubiera sido muy negativo separar a los niños en función de su lengua materna. Y, de hecho, el resultado ha sido positivo, si bien hay que poner al día el sistema, y con él, el objetivo ya no solo de que todos los jóvenes salgan de la escuela con el pleno dominio de los dos idiomas oficiales en Cataluña: el catalán y el castellano, sino también del inglés que ha llegado para ser una especie de tercera lengua materna. Si realmente queremos dar grandes oportunidades a todos nuestros jóvenes tenemos que adaptar el sistema a que salgan con las tres lenguas por igual. Y para logarlo nada mejor que la inmersión en cada una de estas lenguas. No se trata de dar un idioma, usando otro, no, no, el mejor método de aprendizaje es el método Berlitz o directo. Aprender una lengua en la propia lengua, yendo de lo conocido a lo desconocido. Pues bien, ahora y aquí, en Cataluña, el gran conflicto propiciado por los partidos independentistas es el de considerar la inmersión como el uso del catalán de forma universal. Es decir, como única lengua propia, en contra de lo que establece la Constitución y el Estatuto de Autonomía de Cataluña. Aquí, tenemos dos lenguas oficiales: catalán y castellano. Muy bien, pues actuemos en consecuencia. Y esto significa organizar el currículum escolar con el objetivo de que todos los alumnos terminen la escuela obligatoria con el pleno dominio de los dos idiomas, a los cuales añadimos el inglés por razón de realidad actual. Hace 40 años, la realidad era otra. Hay que adaptarse a cada época, y sería insensato dejar de lado el inglés cuando es esencial para multitud de opciones de trabajo. Y no solo tres idiomas, en todo el recorrido escolar hay tiempo para adquirir suficientes conocimientos de un cuarto idioma a escoger entre varios de gran interés y utilidad. Es más, la realidad actual, muestra multitud de alumnos procedentes de familias venidas de otros países que podrían encontrar en la escuela la vía para convertirse en su cuarto idioma, aunque no sea con el mismo nivel de conocimiento de los otros tres. En definitiva, en estos momentos hemos creado otro conflicto inútil, pero de gran poder destructivo, poniendo los idiomas como excusa. Nada peor que trasladar a cada escuela un problema con los idiomas propios. Al contrario, hay que actuar con gran amplitud de miras, proporcionando amplia autonomía a cada escuela para modular el grado de uso de un idioma u otro en función de la procedencia de los alumnos. En determinados territorios habrá que dar muchas más horas en castellano que en catalán por ser el catalán el predominante, o al revés, cuando sea el castellano. Y ya está. No hay que propiciar conflictos donde no los hay o no los ha habido. La cuestión es que al final del recorrido todos sean capaces de usar uno y otro en perfectas condiciones. Y a los dos, añadir el inglés como tercero, en igualdad de condiciones. No vale, creer que entender y poder decir cuatro cosas en inglés ya es suficiente para justificar su conocimiento. En absoluto. Una lengua se aprende con métodos apropiados y con plena inmersión. Esto requiere profesorado preparado y apto para estas enseñanzas. Esto es lo lógico y lo que habría que hacer. Otra cosa es lo que van a hacer desde el gobierno de la Generalitat que ve una oportunidad de abrir otro frente contra la legalidad vigente. El conflicto de Canet de Mar era fácil de resolver, a nivel interno y sin salir de la escuela. Pero no, han tenido que convertirlo en un conflicto y cada conflicto crea otro. Es fácil apagar un único fuego, pero muy complicado apagar muchos. Y aquí hay pirómanos, haciendo la competencia a otros pirómanos, residentes en Madrid o en otras partes de España que creen pueden convertir las escuelas en campos de batalla. Espero seamos a tiempo de organizar los corta fuegos oportunos y dejar a las escuelas sigan con los sistemas más adecuados a cada realidad territorial para llegar al destino final: pleno conocimiento y uso de los dos idiomas oficiales y del inglés.





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