Tuesday, April 23, 2024

 

NO SABEN NO CONTESTAN - art. El Obrero digital

NO SABEN, NO CONTESTAN Para los no expertos en política catalana, les puede parecer raro que ante tanta insistencia en celebrar un nuevo referéndum, no exista ningún documento amplio y detallado sobre la post consulta. Es decir, si alguien pide una cosa concreta, debería explicar a los ciudadanos para qué la quiere. No basta con decir queremos celebrar un referéndum, para ganarlo y marchar de España. Vale, muy bien, pero los dos que organizaron, de forma unilateral, los partidos independentistas no sirvieron para nada. ¿Va a servir un tercero para algo positivo? Evidentemente que no, porque decir sí o no, a una decisión tan transcendental como la que proponen, debería estar sujeta a lo que prescribe la Constitución, y atención, también el Estatuto de Autonomía de Cataluña. Ya en un anterior artículo dejé claras las opiniones de dos eminentes juristas, uno a sueldo de la Generalitat, Joan Ridao, ex Secretario General de ERC, y otro, eminente Catedrático de Derecho Constitucional, Xavier Arbós, el cual dejaba claro que si algún día, alguien convocase un referéndum sobre el futuro de Cataluña, éste sería solo consultivo, y dirigido a todo el censo electoral español, no solo al catalán. Y el resultado no podría variar la situación actual, si previamente no se modificara el artículo 2 de la Constitución que establece la indivisibilidad de España. Llegados hasta aquí, los independentistas continúan insistiendo en que debe haber un referéndum, pero siguen sin saber ni contestar a preguntas clave que se hacen muchos catalanes, independentistas o no. ¿O es que no importa saber el destino provisional y final de la cuestión? Es decir, ¿adónde iría a parar una Cataluña independiente? Porque si alguien sale de un sitio, y quiere volver a entrar, debe pedir permiso, ¿o no?, y para hacerlo las normas de la UE, requieren la unanimidad de sus miembros. Así pues salir, ellos no lo ven cómo un problema, ahora bien, no explican cómo podrían ser miembros de la UE, si se requiere que nadie vote en contra. Algún iluminado lo soluciona, diciendo que para ellos, se modificarían los estatutos de la UE, y tema resuelto. Tampoco nadie ha estudiado ni ha puesto negro sobre blanco cómo resolver la enorme deuda de Cataluña con España, ni cómo crear un Banco central y disponer de moneda propia. Cómo convivir en un país de ocho millones de habitantes con más de la mitad con estrechos lazos familiares con el resto del Estado. Nada se dice sobre la necesaria creación de un ejército, cuando hay problemas para encontrar suficientes candidatos a Mossos de Escuadra, la policía catalana. En fin, podríamos llenar páginas y más páginas con todo lo que supondría romper relaciones, pero no hay peor ciego que el que no quiere ver. Podemos escuchar entrevistas y todo tipo de conferencias y apariciones públicas, en ninguna se despeja ningún gran tema. Todo es humo, y delirios de grandeza, vendidos a personas abducidas por unos cantos de sirena, que no quiere explicaciones ni detalles, simplemente compran todo lo que se vende, sin ningún espíritu crítico ni conocimiento de la realidad. Ahora mismo hay una gran batalla por el relato entre ERC y Junts que luchan por la segunda posición. Dan por perdida la primera, vistas todas las encuestas en las que aparece el candidato socialista, Salvador Illa como ganador. Dependerá mucho de quien quede segundo para tener perspectivas de conformar gobierno. De aquí la dura pelea entre unos y otros. En las entrevistas y primeros debates, se ve el interés de los independentistas por ocultar la composición real de la Cataluña de 2024, que poco tiene que ver con la Cataluña de ocho o diez años atrás. Si en aquel momento se pronunció un tercio del censo electoral, a favor de la independencia, ahora las cifras van hacia sólo un cuarto. Y es que en 2017, Cataluña tenía siete millones de habitantes y ahora tiene ocho. La cifra de independentistas no ha crecido, al contrario, han perdido una parte de los seguidores. La noche del 12 de mayo veremos en qué han quedado, pero nadie puede hablar en nombre de Cataluña, porque el territorio es muy amplio y diverso. Pretender celebrar un referéndum demuestra no tener un proyecto de futuro, mínimamente serio y ambicioso, y por ello se busca construir castillos en el aire. Es una huida hacia delante sin saber qué hay fuera. Y haber quedado totalmente desfasado y desconectado de la realidad del país. Ante tanta frivolidad e inconsciencia, Salvador Illa representa la voz de la sensatez y el buen gobierno. Todas las encuestas le dan como ganador porque son muchos los que nunca han votado socialista, pero lo harán en esta ocasión para volver al buen gobierno y salir del pozo en que nos han metido los independentistas. Demasiado tiempo hemos perdido, demasiado daño han causado.





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