Tuesday, April 22, 2025
LA IZQUIERDA "CELESTIAL" - art. El Obrero digital
LA IZQUIERDA “CELESTIAL”.
Ver y escuchar los discursos, proclamas y propuestas de Podemos, me recuerda enormemente la trayectoria pasada y presente de las candidaturas de las CUP (Candidaturas de Unidad Popular), creadas para combatir los argumentos de la derecha y de todos los aburguesados que gobernábamos, no para el pueblo, sino para inconfesables intereses “burgueses”. Su aparición y primeros pasos tuvieron mucho de “arrancada de caballo y parada de asno”. Es decir, mucho ruido y pocas nueces, hasta llegar a nuestros días en que han ido perdiendo fuerza y representación municipal, territorial y parlamentaria. A la vista de tan desolador panorama, parece que los nuevos dirigentes, han decidido bajar al mundo real, y discutir de temas más terrenales que ideológicos. Bienvenidos a la pura y dura realidad. Veremos qué futuro les depara.
Me he permitido esta introducción para valorar la situación de Podemos, muy parecida a la de las CUP, solo que van con unos años de retraso en percibir el desapego de la gente, hacia propuestas y sermones que quedan muy bien en actos públicos, para militantes convencidos, muchos de los cuales, con afinidades personales o de cargos públicos con los líderes del partido.
Hay quien llega a la política para transformar la realidad, y otros / otras, prefieren pontificar sobre ella, sin querer “ensuciarse” las manos ni el cerebro por considerarse “puros” y creer que con sus críticas y propuestas, a los que gobiernan, será suficiente para demostrar su utilidad. No, no solo utilidad, sino su imprescindibilidad.
He tenido en la oposición y he asistido en el Parlamento de Cataluña, a debates y encontronazos con representantes de estos partidos, en que nos veían a todos, como representantes del stato quo, vendidos a las clases altas, a la oligarquía. En definitiva, a los poderosos, y solo ellos eran capaces de plantar cara y exigir medidas adecuadas para el pueblo llano.
Si se les pedía expresar sus críticas y oposición, en alternativas, lo tenían muy fácil. Ellos, no estaban allí para hacer los deberes de otros. Ellos estaban para proteger a los más desvalidos y no tenían por qué decir cómo debía hacerse. Una manera rotunda de dejar claro que el trabajo y el esfuerzo no eran su fuerte. Qué trabajen los otros, que nosotros los criticaremos. Bajo este principio. este tipo de movimientos y partidos, viven una trayectoria que está condenada a la extinción.
Pueden engañar durante unos años a algunos, pero no tienen cabida en una sociedad que demanda mojarse para resolver los grandes problemas que tiene enfrente. Después de años de actuar de esta manera, por primera vez hemos visto a las CUP, sentarse a negociar y acordar temas concretos, ligados a la problemática de la vivienda. Ha sido una grata sorpresa que ha supuesto un cambio radical en sus formas, y todo indica que continuarán por este camino, a la vista que de no hacerlo su futuro es la irrelevancia, primero, y la desaparición, a continuación.
Pues bien, auguro a Podemos semejante dilema. Aparecer como los más radicales del patio, criticar a Sumar, y proclamarse los máximos defensores de las clases oprimidas, satisface los oídos de los seguidores más fieles, cada vez más cercanos a los planteamientos de una secta, pero sin grandes perspectivas de futuro, por cuanto la crítica por la crítica, o la descalificación inventada, no lleva a ningún éxito futuro.
Al final, nadie engaña a nadie y la lucha por la supervivencia es la máxima que preside todas sus actuaciones. Disponer de unos cargos políticos que permiten nombrar algunos asesores, y construir así una fuerza política, dispuesta a todo, con tal de mantener estos puestos. Detrás no hay nada más. Simples palabras vacías que no ayudan a resolver ninguno de los problemas porque están en la crítica por la crítica. Pues bien, pronto verán que con estos planteamientos el futuro que les espera no es nada halagüeño. Solo tienen que mirar la trayectoria de las CUP para darse cuenta de lo que les espera. Les llevan unos años de ventaja, de manera que pueden contemplar el camino hecho y las conclusiones a las que han llegado.